Fronteras

Imagen de Dante Guevara, pintor peruano

Más fronteras que mundos.
Más fronteras que lugares virtuales de encuentro donde nos compartimos.
Fronteras internas. Fronteras que hemos trazado. Fronteras que dejamos que aquellos a quienes nada importamos, las dibujen , y las acatamos como muros.

Ahora, que yo sueño con atravesarlas, que estoy a punto de conseguirlo, aparecen nuevas fronteras.

Creo que todo lo que vivimos es ilusorio, quizá, no todo, de acuerdo. Siempre exagero. Pero muchas de situaciones que vivimos de un modo, resulta no las vivimos como eran sino como lo deseamos.

Pero no se trata de un error. Nuestra mirada pinta el mundo a su antojo, cuidando de nuestros sueños, a portándonos sonrisas, bienestar, versos y luz. No hay que afligirse nunca por el hecho de que las cosas no fueran como las vivimos, porque la forma como la vivimos, siempre perdura. Dejó una huella o dos, o mil en nuestro desierto particular.

La arena no echa de menos las huellas cuando son borradas por el viento. Es más consecuente que nosotros, simples humanos, que a pesar de nuestro saber e inteligencia, nos empeñamos en creer en la permanencia y la inmutabilidad del mundo tal y como lo vivimos.

Estamos solos cuando sentimos, siempre solos. Compartimos, claro. Nos gusta compartirnos, ver nuestro reflejo en otra mirada que no es otra cosa que otro mundo , igual que nosotros., pero sentimos siempre solos. Disfrutemos de ese reflejo y del pasado aprendido. Dejemos entrar con la misma inocencia a otras situaciones, personas, mundos al fin y al cabo, porque mientras estén con nosotros, los pintaremos con nuestra visión del mundo, esa, que nos hace permanecer aquí, junto a los demás, de una forma u otra.

Tengo tanto que decir, tanto que hablar. Quizá cuando termine, vuelva la poesía.