Las
palabras se deshacen antes de llegar mi pensamiento, se esconden, evitan prestarse
a explicar mis sentidos más allá de unas milésimas de segundo. Soy pasto de la
realidad, me digo. Ella me envuelve, en ocasiones, con hermosos colores, en
otras con amenazas, devorando en el aire todo aquello que pudiera merecer un
verso.
Ellos,
los versos, cuando menos les espero, pasan rozándome tan de cerca, que las
yemas de mis dedos, cosquillean inquietas, entonces, mi pensamiento intenta
atraparlos en su rápido vuelo, sin éxito.
Y sin
embargo, a ella, a la Poesía, la puedo ver en instantes gloriosos del día. Se burla
de mí, estoy segura. Se asoma a mi mirada, y una vez despiertos mis sentidos,
evita ser atrapada por mis palabras. Quizá no se burle, y quiere que corra tras
ella como a una niña traviesa, ignorando la prosa de la realidad.
Esta mañana,
la vi. Iba sentada en la mano del aire, que revoltoso se empeñaba en no dejarme
caminar. Como si supiera dónde estaba mi pensamiento en ese momento, como si
viera lo oscuro que era, se detuvo seria y calmada, un momento a mi lado. Para atraparla, cerré mis ojos,
intentando abrir el alma. Ella se acercó,
con intención, sin duda de darme consuelo, pero se acercó tanto, y vio tanto
miedo, que no queriendo hacerme daño, decidió seguir su viaje en manos del
viento.
Ahora
voy a escribir en voz baja porque la estoy sintiendo bajo el silencio nocturno.
Está nerviosa, como si quisiera flirtear conmigo, y dejarse besar un instante.
Al verla así, no sé por qué, yo también me inquieto. Si la animara, se acercaría con su ausencia de
pudor por bandera a desenredar mis miedos, resolver mis insomnios, y a descubrir
mis anhelos dejándome, como siempre, expuesta.
Quizá
sea yo quién la esquive a ella. Quizá.
Preciosa...! Me alegra muchísimo ver que te reencuentras con tu yo mas íntimo y personal.
ResponderEliminarEs duro para quien ama la poesía y acostumbra a dejarse abrazar por ella, el no encontrar el esquivo perfil del verso. No estás lejos, Aire porque tu prosa es siempre poética. Tal vez la clave de esa contienda la das tú misma cuando afirmas:
ResponderEliminar"Ella se acercó, con intención, sin duda de darme consuelo, pero se acercó tanto, y vio tanto miedo, que no queriendo hacerme daño, decidió seguir su viaje en manos del viento".
Tambien, y te lo digo desde el cariño que te tengo, cuando terminas tu esclarecedora entrada diciendo:
"descubrir mis anhelos dejándome, como siempre, expuesta".
Pienso que es ese miedo a quedar expuesta la que no te deja enredarte en versos y en poemas, cuando en realidad lo estás haciendo con esa prosa magnífica que nos ofreces.
Un fuerte abrazo.
Un poco y un poco, quizás, jeje
ResponderEliminarA veces es ella la que nos esquiva, no presentándose cuando estamos bien dispuestos para dejarnos llevar por su suspiro...y otras, ella se nos presenta en los momentos en que no podemos prestarle atención, por el apuro, por otras urgencias. Será cuestión de afinar los sentidos para intentar coordinar adecuadamente los encuentros!
Un abrazo
Creo que le faltó poco para ser poesía, unos pasitos más. Me gustó como expresaste las sensaciones.
ResponderEliminarBesos.
Puck
Y bueno en el intento por atraparla no te percataste que ambas conversaron, quedito muy quedito, no hiciste versos y rimas, escribiste prosa sencilla, de esa que aunque no lo quieras te deja expuesta, tal cual, sin obligar a las letras a nada, simplemente dejándolas en libertad cual el aire que cuando quiere es vientecillo y cuando no,mes ventarrón!
ResponderEliminarUn beso bonita!
A los buenos días:
ResponderEliminarPues no será poesía, pero se acerca tanto que no creo que esquive nada.
Cienes de besitos pal andando y cienes de y pico de abrazos
Shi