Escaso es el espacio que queda para el
sentimiento, la risa fácil y el brillo en la mirada cuando tus pies, se muestran incapaces de marcar ni
siquiera, un torpe paso de baile sobre esta tierra hostil.
Quizá debería aprender a acallar el ruido
ensordecedor del mundo, demandante incansable , del precio que has de pagar por su
escondida belleza.
Nada duerme. Ni siquiera cuando cierro
los ojos y me vence el sueño. Lo sé porque a veces, me despierto triste y cansada,
como si fuera una esclava de la vigilia, incluso cuando le doy la espalda para
coquetear con Morfeo. Estoy cansada de
no dormirme del todo, echo de menos ausentarme de mí y de ese mundo voraz que
jamás pedí.
Ya no hay lugar para mí, en mí. No coreo
el canto de las olas, ni trato de seguir el vuelo errático de las mariposas
acariciando el aire.
Nos vaciamos de lo innecesario para la
vida práctica y el hueco que queda, lo vestimos de prendas grises y adecuadas,
dejando al lado, el azul y blanco de nuestros pequeñas- grandes ilusiones y
sentires.
Y a veces te preguntas si volverás a
surcar esos caminos por los que te deslizabas de una forma desenfadada y
alegre, si los espejos, al reflejarte, olvidando
tu cronología, volverán a reflejar a esa
niña que eligió ignorar la oscuridad.
Imagen de Amelia Dolezal
Cuántas veces estoy cansada de no dormirme del todo....
ResponderEliminarPero no quiero dejar de ver la tierra en la que habito.SU gris te desintegra,pero su blanco es más potente si el deseo o la esperanza quieren amarlo así.
En momentos oscuros del alma,no sabemos ,no tenemos muletas para apoyarnos.
Aire es lo que necesito para poder caminar.Así que piensa en lo bien elegido de tu "apodo"y respira hondo,despacio.
Yo sé que volverá ese reflejo de la niña.Pero dale tiempo.Se cayó un dia y le da miedo andar.
Besucos con todas mis fuerzas
Gó
¡qué feo eso de sentir que ya no queda espacio para el sentimiento!...más aún eso de no tener espacio para uno mismo dentro de uno mismo!...la vida suele tener esos momentos en que nos sentimos asfixiados, inhabilitados para ser o sentir, pero si no permitimos que la desazón nos gane, si no dejamos que el hastío nos aplaste la fe, entonces podremos comprobar que siempre se puede encontrar una excusa válida para seguir adelante. Es una especie de competencia contra la insensibilidad que nos siembran las malas rachas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A los buenos días:
ResponderEliminarMe debí apuntar mal para esas de recibir entradas: qué porque me acordé de ti que sino no me entero.
Y supongo que escribes desde lo que sientes, es más, yo misma si no escribo es porqué no me identifico con nadie; pues en nada de lo que veo puedo meter ese garfio e incluirme en la historia, aunque cuentos podría contar, pero prometí no hacerlo. Aunque lo incumplo…. En fin.
Te diría un par de cosas frente a todo eso que te ha llevado a escribir, si ejke lo sientes. Pero, te contaré algo e intenta con ello entender que para que algo ocurra hemos de…, sin duda: vernos.
Resulta que don soseras está muy mandón. Vamos, qué mandón y quisquilloso se queda poco- Pero, lo cierto ejke él siempre ha sido así, aunque con los años cada vez va a más. A mucho más. Al menos a mí me lo parece, es más, hasta hace muy poco estaba demasiado segura de tal cosa.
Pues una que de buena no tiene nada, y por ser, pues eso, no me siento que sea para nada un dechado de virtudes. Pero ejke, el otro día, no veas mientras le contaba a un amigo todo ese mundo problema donde me quejo, y mucho, de lo mandón que está don soseras…
Le contaba muy vehemente y contundente que es un mandón y qué mi soseras tiene almorranas y, que eso de meter el ojal en agua helada pues lo lleva muy mal. Así que como tenía esa cara compungida y, mientras le recriminaba (a Don soseras) ser muy mandón, así como quisquilloso y don protestas, le obligaba a meter el susodicho en agua helada; qué si no, se lo metía yo misma, pues aunque me pase cabeza y media sabe que soy capaz. Mientras su no, te lo prometo, su cuello era similar a un sacacorchos en ese no y no…. Y lo metió, el salva sea la parte, vamos que sí.
Estaba segura que solo él era un mandón. Pero he de reconocer que siempre que él manda, pues soy yo la que ni puñetero caso. Es más, me dijo: Pero, ejke vas a ser tan cabezota de no ir a la peluquería… le dije que no qué están muy caras y encima me dejan fatal.
Y no pienso ir, es más me corto yo misma; al menos mientras los escalones no se vean demasiado. Qué ya llegará el día en qué iré y, sin duda, le echaré la culpa por obligarme a ir a la pelu…
Igual no te sirve mucho toda esta historieta. Pero ejke, lo cierto que cuando lo contaba me escuché y… Por esto mismo, niña, venga, escúchate y comienza a dar la vuelta a lo que sientes...
Feliz finde. Cienes de besitos pal andando y cienes de y pico de abrazos
Shi
¡Llegué! Gracias por avisarme de la mudanza :)
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