Quién
sabe de la oscuridad más intensa, hasta la sombra de un árbol le parece una
amenaza.
Y así,
desvías tu camino, inventando nuevas maneras de estar en el mundo sin que éste
termine de absorberte ( el mundo como un agujero negro), adoptas nuevos
perfiles que confunden a quién te conoce ( a quién no te conoce) y que terminan por anular a quién eras. El camino correcto es el de afrontar los
miedos, no el de cambiar tú para evitarlos. Los miedos y situaciones dolorosas
son mucho más numerosas que tú, tú, solo
eres uno/a.
Puedes
darte cuenta de ello tarde y al intentar volver hacia atrás, hacia ti, no
encontrarte. Quizá quien eras, fuera capaz , al ver como tu alma se desangra,
de ver la herida y encontrar un modo de taponar la hemorragia. Pero lo que eres
y a la vez en realidad, no eres porque fue algo que inventaste para esquivar
los miedos, no está preparado para emprender la cura de la herida.
El
origen de la herida eres tú. Quizá la desencadene la acción de otro, claro,
pero eres tú quién tiene la cura o quién decide echarle sal para evitar que se
cierre. Respecto a mi forma de estar en el mundo , soy origen y fin de mis “cosas”,
somos réplicas diminutas del universo y en nosotros tenemos , como lo tiene él,
el remedio para sus males.
Podría
ser menos dura conmigo, pero ya no soy lo suficientemente joven como para echar
la culpa a los otros. Eso valía antes, hace unos años, pero ahora es una salida
demasiado fácil y a la larga he visto que es solo efectiva a corto plazo. A
largo plazo, ves como las tristezas se repiten ( parecen distintas, pero tienen
como origen la misma debilidad que padeces), aunque el origen pueda parecer
distinto. Al igual que el cuerpo suele lamentarse con más frecuencia de una
parte que de otra, el alma tiene su dolor casi siempre en el mismo sitio.
He
vivido cosas que no deseo que viva nadie. Y he conseguido, en apariencia,
anularlas de mi memoria, pero un encuentro casual, te hace ver que solo estaban
ocultas en la sombra de un árbol que tú misma sembraste para ello y que esos
acontecimientos que te parecían ( imaginaste) que pertenecían
a otra persona , en realidad, se han convertido parte de tu esencia. El miedo
no debería ser parte de la esencia de nadie, ¿sabes? No me parece justo.
Supongo
que aceptar la nueva esencia y aprender a caminar con ella es la clave de parte
de tu felicidad a no ser que esa nueva esencia haya contaminado una parte de ti
necesaria para ser feliz, en cuyo caso, has de buscar ( en qué lugar?) la
manera de limpiarla. Pero no hay manual que registre el protocolo de actuación
para contigo en esos caso. Quizá sea el tiempo , plagado de trivialidades y
fuertes acontecimientos quién se ocupe. No sé. Quizá.
No es el tiempo... Son tus pensamientos y tus actos durante ese tiempo que ya es pasado lo que cura... También a veces se nos acercan personas, conocidas o extrañas, que nos ayudan en la sanación.
ResponderEliminarMuchos besos, me ha encantado.
Abraxas
Quizás por eso se diga que el tiempo lo cura todo, porque vamos aprendiendo mientras tanto.
ResponderEliminarBesos.
"el camino correcto es el de enfrentar los mieods"... es cierto, pese a que nunca es fácil y se hace largo el trayecto, hay que intentarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
P.d
espero te sumes!
http://neogeminis.blogspot.com.ar/2014/11/tarjeta-navidena-2014.html